...la Biblia de Jerusalén
I Corintios 11, 14-21
14 ¿No os enseña la misma naturaleza que es una afrenta para el
hombre la cabellera,
15 mientras es una gloria para la mujer la cabellera? En efecto, la
cabellera le ha sido dada a modo de velo.
16 De todos modos, si alguien quiere discutir, no es ésa nuestra
costumbre ni la de las Iglesias de Dios.
17 Y al dar estas disposiciones, no os alabo, porque vuestras reuniones
son más para mal que para bien.
18 Pues, ante todo, oigo que, al reuniros en la asamblea, hay entre
vosotros divisiones, y lo creo en parte.
19 Desde luego, tiene que haber entre vosotros también disensiones,
para que se ponga de manifiesto quiénes son de probada virtud entre
vosotros.
20 Cuando os reunís, pues, en común, eso ya no es comer la Cena del
Señor;
21 porque cada uno come primero su propia cena, y mientras uno pasa
hambre, otro se embriaga.